Pese a este parón de los coworking, algo que espero, ansío y deseo, que sea solo eso, un parón. Y creyendo que todo volverá a la normalidad aunque sea anómala; mamparas, distancia social, besos y abrazos gesticulantes, mascarillas… con el logotipo de empresas, entre ellas de los mismos coworking, habrá que plantearse si queremos o necesitamos trabajar en un espacio de este tipo.
Por supuesto que a grandes rasgos y por mi parte sí creo que puede ser bueno trabajar dentro de un centro de coworking, seamos sinceros, en líneas generales tomar esta decisión nos puede aportar mucho, aunque existen algunas situaciones en las que no es recomendable hacerlo.
Veamos algunas ventajas:
Socializas: no me refiero a hacer networking, porque de esto hablo a continuación, me refiero a estar con gente y beneficiarte de lo bueno y lo malo de conocer a otras personas e interactuar. El hablar con otras personas te permite desconectar de tu tarea y oxigenarte mentalmente para retomar tu trabajo.
Networking: El trato con profesionales te enriquece laboralmente y te permite:
- Aprender de los demás, tanto de tu área profesional como de las tareas comunes; Intercambiar experiencias, siempre aporta, tanto las buenas como las malas.
- Crear sinergias con perfiles profesionales complementarios; En estos entornos de trabajo, puedes encontrar tu tercio de naranja.
- Encontrar clientes o proveedores dentro del entorno del centro; Siempre esa proximidad puede facilitar hacer negocio, para bien y para mal, si sale mal esa proximidad puede resultar incomoda.
Reduces costes de todo tipo: alquiler, luz, seguros, amortización de mobiliario, seguridad, calefacción, aire acondicionado, etc.
Creas una Rutina: optimizar tu tiempo, no te distraes, no todos pueden hablar contigo
Pero también hay momentos que no son el tuyo y no haría yo porque tocan:
Factor económico: no te lo puedes permitir o no es necesario aún invertir en un centro de coworking; Si estás en una fase muy temprana de proyecto y además económicamente estás carente, espérate un poco.
Desplazamiento: esa inversión de tiempo aún no es necesaria, y uniéndolo con el punto anterior no es necesario aun.
No es tu perfil: Que sea una de las mejores opciones para trabajar no significa que todos los coworking te aporten soluciones; No te complementan, no generan sinergias, experiencias positivas, contactos, servicios, etc.
Independencia: no puedes actuar o hablar cuando y como quieras; Cuando estás en tu casa o en un despacho, tienes la libertad de actuar de una forma distinta a cuando estas con otras personas.
Servicios no necesarios: Cuando estás empezando tienes que valorar que no todo lo que ofrece un coworking lo necesitas; Es posible que lo tengas en casa y si el caso es que no quieres encontrarte solo o sola siempre te queda ir a un Starbucks o un McDonalds puntualmente para ver e interactuar con gente.
Perder el foco: Cuando trabajas desde casa existe un gran peligro de falta de organización y pérdida de enfoque con lo que ello conlleva; demasiadas visitas a la nevera, descontrol horario, estar todo el día en pijama, etc.
Esto es una opinión personal basada tanto en mi experiencia como en la de mi entorno, este post está sujeto a seguir creciendo. Te invito a que aportes tu experiencia y opines sobre lo que te cuento, para así conseguir crear un nuevo documento basado en una realidad más amplia.
Seguimos ;-)